domingo, agosto 17, 2014

Hablemos de la sombra...


 HABLEMOS DE LA SOMBRA,  ESA GRAN DESCONOCIDA 

  Voy a empezar diciendo que la sombra, en contra de diversas opiniones, no es algo malo. La sombra es mala para la conciencia, porque esta está conformada, entre otras cosas, por absolutamente todo lo que el consciente rechaza de sí mismo. Vendría a ser como el saco que utiliza el ego para esconder aquello que considera malo, que desea mantener en secreto, lo que se oculta por miedo a lo que puedan decir o pensar los demás.   La sombra es una gran carga y muchas veces se expresa en el árbol genealógico. Se manifiesta en situaciones, relaciones, síntomas físicos y experiencias que afectan la vida de muchos de los integrantes del árbol.   La sombra también contiene todas nuestras potencialidades y cualidades sin desarrollar. Podemos cumplir los mandatos paternos, pero nuestro potencial interior al final acabará saliendo. Es mi caso. Estudie ingeniería técnica como mi padre, y hasta en la misma universidad. Pero a los treinta y tres años tuve que romper con todo y cambiar radicalmente mi vida. Una fuerza en mi interior me dictaba el camino a seguir. Me dediqué a la sanación. Me licencié en psicología a los cuarenta y nueve años y hoy en día puedo decir que estoy en paz conmigo mismo, porque siento que lo que hago es lo que soy.   La sombra es inconsciente por definición; no podemos saber siempre si estamos sometidos o no a sus programas.   Para alcanzar el estado de paz interior, hemos de buscar la integración de la sobra en nuestra consciencia. Debemos aprender a gestionar nuestra sombra, a conocerla cuando se expresa.
(Enric Corbera)

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